sábado, 26 de enero de 2008

Mi 1er torneo

Para algunos, nuestro primer torneo, para otros, uno mas a su historial, la sensación es la misma, alegría, ansias, una mezcla de miedo y de placer, un evento en el que podremos demostrar lo que hemos aprendido, es solo una oportunidad mas para sentir este juego, lo que mas nos gusta: “EL RUGBY UW”.

Ahora vamos en el bus, son las 18:30, algunos van dormidos, otros hablando, pero todos con una idea, jugar y hacerlo bien, para eso hemos entrenado, para demostrar lo que somos capaces de hacer, para dejar una buena imagen, al final de cuentas el fracaso no es una opción. Los nuevos sentimos un poco de miedo por la presión, los hombres un poco mas, pues la primiparada por tradición se paga cara, te calvean, te afeitan las piernas o te quitan una ceja. Llegamos al hotel, niñas en el 2do piso, hombres en el 1ro y 3er piso, luego de tomar los cuartos en grupos de 3, empieza el miedo, mis compañeros de habitación son Teddy y Manuel, que llegara el domingo.

Sabado 11, 5 AM, nuestro entrenador nos despierta, es hora de jugar, es hora de nuestro primer partido, llegamos a la villa olímpica, jugamos y pagamos caro nuestro miedo, pues jugamos mal y hemos perdido un partido que en teoría debíamos ganar.

Llega la tenebrosa hora, los mas veteranos del club entran a nuestro cuarto y aprovechando que Teddy esta hablando por teléfono, lo toman entre 4 y empiezan a cortarle el cabello, yo solo puedo mirar, nada mas y esperar mi turno. Salen de la habitación, aun no me hacen nada, pero se que no se quedara así, me ducho, escucho que tocan la puerta, abro, es mi novia que solo puede decir 'escondete', ya es demasiado tarde, solo puedo correr hasta el fondo de la habitación, pararme sobre la cama para defenderme del ataque, solo lo logro por unos segundos, 8 personas están sobre mi, lucho por salvar mi cabello pero al cabo de unos segundos y luego de dominar mis brazos y mis piernas, logran inmovilizar mi cabeza, va el primer corte, lucho de nuevo, pero son muchos sobre mi, segundo corte, no hacen nada mas, me empiezan a soltar, con mis piernas libres me impulso hacia atrás y logro golpear a 2 contra la pared, ya todo paso.

Antes de mi ya habían trasquilado a Jhon, mas conocido en el bajo mundo con el alias de “Salchicha”, el y Teddy ayudaron a que me trasquilaran, ahora ya pertenezco oficialmente al club, ya soy de Quelonios, ahora nos falta Javier, después de amenazarnos con una botella en su mano y luego de varias horas de espera, por fin suelta el envase, con la condición de que no le cortemos la mota, aceptamos, al menor descuido Teddy se lanza sobre él y de inmediato todos hacemos lo mismo, tomamos sus piernas y brazos, luego inmovilizamos su cabeza y adiós mota, otro corte mas y listo, como diría Pedro “esto es rugby”.

Ahora solo falta Gustavo “el peruano” y Manuel que no ha llegado aun a Pereira.

El domingo todo el mundo nos mira raro, saben que somos nuevos por nuestro “precioso corte de cabello”, por ejemplo yo parecía perro con sarna y hasta mi novia que fue una de las autoras materiales del hecho, me pedía que me tapara con mi gorra, otros me pedían que me la quitara para la foto, ahí quedara la evidencia. Llega el momento de agarrar a Gustavo, lo hacemos, entre varios por que tiene fuerza de loco y en la madrugada del lunes hacemos lo mismo con Manuel, que en realidad no se lo merecía, pues llego solo hasta el domingo y no jugo ningún partido.

Este es un ritual que parece un poco cavernícola, pero es la manera en que tus compañeros te dicen “bienvenido al club, ahora eres de los nuestros”, otros clubes golpean con sus aletas en la cola a los nuevos, por lo menos eso vimos en Pereira, pero es simplemente una caluros bienvenida.

No todo fue juerga, también jugamos, vivimos otros partidos, conocimos gente, nos conocimos a nosotros mismo, nos pusimos apodos, pero ante todo, sentimos el club, sentimos el juego, sentimos que somos una familia, sentimos la alegría de que nuestro club hiciera goles, nos sentimos orgullosos de que los otros equipos nos felicitaran, que nos dijeran todo lo que hemos avanzado, pudimos ver entrega, sacrificio, personas dando todo de si, llevando su esfuerzo al limite, demostrándonos lo que se puede hacer por amor al club, por amor al juego.

En el torneo vimos camaradería, que aun que seamos rivales, podemos ser amigos, vimos adversarios felicitadote por que fuiste mejore que ellos, jugadores pidiendo disculpas por su juego brusco, vimos orden, vimos lo que es el Rugby, que es mas que un juego, mas que un club, mas que agua y fuerza, es una filosofía, vimos que se puede ser mejor, que podemos dar mas si nos lo proponemos, que como dice Paula “uno debe pertenecer a un club, a un grupo, a algo”, entonces por que no pertenecer a Quelonios, que es mas que un nombre, es el futuro del rugby.

Somos una familia, compartimos de todo, comida, bebidas, “olores”, nos protegimos unos a otros, nos apoyamos, nos divertimos, sufrimos, peleamos, pero todos esto solo se puede vivir en un torneo, sentir esto, vivir esto, no se puede expresar con palabras, hay que vivirlo, invito a todos mis compañeros, a los que no fueron a este torneo, a que vayamos al próximo, a Medellín, donde de seguro lo haremos mejor.

Gracias a todos los que nos apoyaron, a las niñas por su trabajo, que nos permitió tener una camisa que en realidad no merecemos, pues no trabajamos como ustedes y no las ayudamos en nada, gracias por su corazón amplio, gracias pertenecer a este club, gracias por su buen papel, gracias por la entrega, gracias a los padres que permitieron que sus hijos fueran, gracias por la confianza otorgada, gracias al club por permitirnos ir, gracias a Dios por que nos trajo sanos y salvos, gracias a Julio “nuestro entrenador” por lo que nos ha enseñado, gracias a los veteranos por darnos la bienvenida, gracias Marcia por organizar todo, gracias a Ricardo por la logística (el hotel no fue tu culpa), pero ante todo gracias a mi novia por mostrarme lo que es el Rugby UW, sin eso, no me hubiera encarretado tanto como lo estoy ahora, sin eso, ahora no formaría parte de esta familia, gracias a Fabio por acompañarnos

Buenos, como lo hicimos en el torneo, “un solo grito, uno, dos, tres, QUELONIOS”, esto es Rugby.

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