Mismo equipo, misma cara - Escrito por CAROLINA LERMA

Es tan bacano mirar atrás, darse cuenta con resignación que la vida definitivamente tiene muchas curvas y altibajos, que a veces hacen que nos dobleguemos pero que después de todo aprendemos a sobrellevarla y así hacerlo todo mejor.
Hace ya un año que estoy aquí, escuchando las palpitaciones del agua, sintiendo su forma, sintiendo como al tocarla hacemos un solo cuerpo, nunca antes había sido capaz de escucharlas y mucho menos sentirlas, es la sensación mas fantástica que pude haber sentido en años después de esa lluvia de estrellas que vi en ecuador, o el eclipse de sol que si mal no recuerdo estuve sugestionada mucho tiempo al pensar que me había hecho daño al tratar de mirarlo.
Esto es otro mundo, un mundo que no me atrevía a tocar, una dimensión que no conocía, en la que entras como por un tubo y sin darte cuenta estas sumergido ahí, y empezás a sentir una ternura pegajosa que no te deja ya desprender.
Creo que ha sido toda una vida aquí, también creo que ya lo sé todo, aunque no sea verdad, no quiero dejarlo, todo es vacanisimo, no veo la hora de llegar para seguir aprendiendo y disfrutarlo con mis nuevos amigos, sumergirme y escuchar las palpitaciones del agua.
Mis nuevos amigos, los que he conseguido aquí, en este mundo, esto que parece ser la esencia de todos los que estamos, personitas como yo, que se han visto cautivados por lo que se comparte y por la confianza y fraternidad que sentimos estando aquí, por que de uno u otra manera somos del mismo equipo, la misma casa.